A veces no puedo, a veces no quiero, a veces sólo tengo ganas de parar, de respirar profundo y de encontrar algo hermoso en qué posar mis ojos. Y lo hago. También eso es haceme cargo, de mis necesidades más profundas y vitales: las internas.
Y está bien, lo sé. Y puedo soltar mi autoexigencia y mis expectativas... sólo ser, sólo estar. También eso pasa. Y está bien.
Te deseo un instante como éste: de fluir, de soltar. Un instante de paz.