
La desnudez para mi es libertad. Desnudarse el cuerpo es sencillo. Basta deslizar los dedos por los tirantes, los botones o los cierres; basta dejar caer una toalla, una bata, o dejar caer la voluntad y la sonrisa. Desnudar el alma, en cambio, requiere un mayor esfuerzo. He descubierto que me gusta desnudar el cuerpo sólo cuando desnudo el alma. Y he descubierto que desnudarme de ambas formas frente a mi misma, es la libertad más grande, es el vuelo que mejor sostengo, es vivir habitándome completa.
Desnúdate de cuerpo si tú quieres, o no lo hagas nunca. Cada quien sus gustos. Pero del alma, ¡no dejes de hacerlo! Desnúdate del alma para tocar el cielo.




El amor y la compasión no son un lujo, sino una necesidad. Sin ellos, la humanidad no puede sobrevivir.

Es un texto desnudo, querida Lilyán, bellamente desnudo. Te envío un beso agradecido,
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